Radiografía del poema


Un fantasma recorre la isla

arrastra sus pies de zombi putrefacto

por tertulias y piñas literarias

El fantasma de la mala poesía

Y la isla gime

de dolor

nunca de placer

a veces de odio

Los malos poetas

secuestraron la poesía

para llenar los espacios

de un sucedáneo con olor

a cadáver de muerto grande

mal enterrado

a fosa con dolores de estomago

a basurero de burgueses rancios

donde reina un esquirol

Se le ha prohibido al poema

entrar en zonas marginales

alimentarse de la situación revolucionaria

usar palabras que denoten estrategia

sangre de movimientos de liberación

ecos de hambre

de sudor y fluidos vaginales

de cansancio que roe las generaciones

de pueblo a punto de explotar

fruta madura

o fruta bomba

En poco

la buena poesía

comenzará a ser solo un recuerdo

y sus artífices etiquetados de terroristas

como marcados a hierro

Al parecer no es suficiente

con que los premios ya tengan dueños

y las editoriales

se dejen violar en defensa propia

Un fantasma somete a la isla

cuando en los baños sigue en falta el papel higiénico

pero abunda

en la oscuridad de la noche

soy el pozo

cargado de estrellas que fulguran

en tu cuello

Inevitable que la mía entre al poema

Admito que es un tanto tóxica

algo venenosa

a veces radioactiva

a veces no

Lo siento por los otros

Aunque esto solo es una manera de decir

finamente

Que me importan un carajo

El que es muerto es muerto

Aunque nadie se atreva a sepultarlo

La mía se resiste a ser como las otras

Meras elucubraciones diagnosticadas de olvido

La mía va de mangas largas

—Casi siempre

y con los pantalones por encima de los tobillos

Es un pit bull entrenado para matar

Uf

Lo siento

Es un bisonte que se niega a convertirse en objeto de moda

El que tenga frio que se tome un chocolate

bien caliente

con signos de admiración

La mía es un tanto atravesada

Lo sé

Y a veces le falta humo y le sobra inmersión

Lo sé

Aunque la isla siga sufriendo la balanza en contra del poema

Y yo

solo sea quien se dedica a ponerlo en el papel

Nada que hacer

diría Hemingway

pero la isla se resiste

porque aun corren por su calles

niños descalzos

porque aun hay putas en las esquinas

pasada las diez

porque aun los viejos siguen izando velas

y los bomberos llegan

cuando ya los corazones dejan de echar humo

 

Un fantasma digiere a la isla

Como una baca que se ofrece en medio de la ciudad

Porque al final la culpa siempre será de ella

Si ves un monte de espumas

debe haber explotado la fábrica de jabones

porque el verso

el buen verso

sufre un toque de queda permanente

tiene     prohibido el paso

aunque se pudra

o reviente la bandera